lunes, 24 de agosto de 2009

Blogolandia

Este poco inspirado blog tiene su razon de ser en los miles de blogs que recorrieron sus autores. Hemos estado en todo tipo de blogs y foros y finalmente nos decidimos a abrir esto.
Como se vera, no somos tipos muy inspirados; hasta aqui solo hemos hecho citas. Evidentemente solo servimos para subirnos a debates de otros.
Aqui va nuestro primer intento por inciciar un debate.

Despues de haber recorrido blogs de todo tipo y color, damos cuenta que en la "blogosfera" hay territorios bien delimitados. En uno de ellos se discute el kirchnerismo entre kirchneristas. Hay kirchneristas mas "veteranos", mas "novatos", mas criticos, mas "soldados" pero basicamente kirchneristas.
En otro de los "territorios", el de los blogs que florecieron al calor de la 125 se discute el kirchnerismo. Hay blogs muy ideologicos y blogs mas inocentones. Lo que atraviesa a estos blogs es la idea de que el kirchnerismo es una gran mentira. No hay conflictos, no hay intereses, no hay proyectos de pais en pugna. Todo es una fantochada. La sociedad es una victima inocente de la clase politica y la corrupcion. En esto no hay inocencia: es le relato que han ido construyendo los periodistas de los medios enfrentados al gobierno. Ninguno de ellos ha sido capaz de mostrar un poco de honestidad intelectual y construir un relato opositor fuerte y compacto. Sus columnas, sus programas asfixian con su pereza intelectual, su vagancia, su poco compromiso con sus lectores. Esos tipos son los responsables de que no haya debate opositor rico.
Nuestro gobierno tambien tiene un gran aporte en este nivel de mierda del debate. Ya nos ocuparemos en un proximo post de la responsabilidad que tiene el kirchnerismo en esto.
En este post queriamos remarcar con asombro y decepcion esta idea que sobrevuela en los blogs-125, que el problema del pais es que estuvo siempre mal administrado y la corrupcion
estatal.
La experiencia de uno de los autores en un blog muy popular es una media o punto medio de lo que sucede en ese tipo de blogs, en otros la cosa es peor. Basicamente podriamos decir que encontramos en ese blog una neurosis antikirchnerista y el automático fastidio de su autor ante las "teorizaciones" que perturban el desarrollo de su cadena de significantes gorilas, alimentada con editoriales de La Nación, Perfil y un universo de blogs de tipos que si tienen ideologia y se aprovechan de tipos con muchas inquietudes como el amigo Coki. En esos blogs a quien defiende al gobierno se lo acusa de "TROLLS K" o "ciber K" o "Ciber ñoqui K". Esto es por alguna de las tantas operaciones que se hacen en la web, como las de negar la "calidad" de desaparecidos de los hijos de Hebe y de Carlotto. Otro topico comun: la demonizacion de la militancia.
Con la intencion de aportar al debate los autores se definen como militantes y estan dispuestos a contestar cualquier pregunta a quien quiera realizarla y ponen al debate dos citas:

SUPERPODERES
La narrativa de la oposición de centroderecha (a la que el radicalismo adscribió tras haber explorado posturas menos subordinadas al poder fáctico) subestima el impacto potencial de la supresión de las facultades del Ejecutivo. Describe un Parlamento virtual, congruente e idóneo para tomar medidas que hace décadas son resorte del Ejecutivo. Faltan antecedentes empíricos que corroboren esa pinturita. Es insensato suponer que el Congreso realmente existente pudiera unificar posiciones para hacerse cargo de un punto sustancial de la administración del Estado. Conspiraría la carencia de equipos técnicos, de formación, de recursos informativos. Y, ya que estamos, las propias divisiones entre la dirigencia de la UCR, la Coalición Cívica, el socialismo, el peronismo disidente y Unión PRO. Sus querellas son cotidianas, su falta de proyecto común, patente. En el rol de oposición eso se disimula, apenas, merced a su alianza con las patronales agropecuarias y a su enfrentamiento automático a cualquier medida oficial. Pero da la impresión de que no podrían ser congruentes o eficaces puestos a gobernar para el conjunto social, que va más allá de las patronales del “campo” aunque esté de moda soslayarlo.



DISTRIBUCION DEL INGRESO Y ROL DEL ESTADO
Esta semana se presentaron en el auditorio Jauretche del Banco de la provincia de Buenos Aires dos trabajos de una investigación de largo aliento del Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo, Cefidar, sobre la inequidad en la Argentina, su marco histórico y las políticas públicas relevantes para modificarla. Uno de ellos, de Federico Grasso sobre “Desigualdad y crecimiento” y el otro de Jorge Gaggero, quien dirige el programa, sobre “La progresividad tributaria, su origen, apogeo y extravío”. Gaggero describe lo que llama “La anomalía argentina”, un país que realizó su primera reforma tributaria moderna en la década de 1930 a la sombra de la gran crisis, para pagar la deuda externa y por temor a la movilización popular; en la década de 1950 recibió con el peronismo un shock de progresividad en la distribución primaria y secundaria, que puso a la Argentina muy por delante del resto de América latina y en línea con el modelo europeo en el que se basó el primer plan quinquenal; y que desde 1975 vivió un constante deterioro que implicó “el amplio triunfo de los sectores económicos de mayor poder (en el agro, la industria y las finanzas), que lograron resistir primero y luego destruir aquel sistema de fuerte equidad social, tan característico e inusual en América latina”. No hay en Occidente un caso comparable con el argentino, de un sistema tributario de notable progresividad que medio siglo después muestre una reversión tan severa, a un régimen basado en los impuestos indirectos sobre el consumo, con una altísima tasa sin excepciones para los pobres, y un débil impuesto a las ganancias, sin impacto significativo sobre los más ricos, cuyas ganancias de capital no están gravadas. Una corrección parcial a este sistema provino de los impuestos extraordinarios, como las retenciones, que aportaron mayor progresividad. Su aporte fue significativo: más de 2,5 puntos del producto interno bruto en 2007, más 5 puntos del impuesto a las ganancias. (Pero la reacción que produjeron estos gravámenes puso en emergencia al conjunto del sistema político, así como la resistencia del capital financiero que maneja el sistema de salud en Estados Unidos está jaqueando la reforma planteada por el presidente Barack Obama para que se universalice la atención médica. Igual que en la Argentina se basa en un poderoso y monocorde aparato mediático que no vacila en llamar socialista a la tímida propuesta.) La pregunta que el tributarista intenta responder es cómo superar esta anomalía argentina y recomponer la situación. Para llegar a su conclusión repasa la historia misma de la progresividad tributaria cuya partida de nacimiento ubica en la Convención francesa de 1793, cuando a propuesta de Robespierre los jacobinos aprobaron un artículo que limitó el derecho de propiedad al establecer que “los ciudadanos cuyas rentas no excedan lo necesario de su subsistencia, deben ser dispensados de contribuir a los gastos públicos. Los otros deben soportarlos progresivamente según la magnitud de su fortuna”. Prosigue con las dos grandes posguerras del siglo pasado, en las que sucesivos procesos de democratización y sindicalización y la aparición del socialismo obligaron a las clases dominantes a un compromiso que impidiera males mayores para sus derechos adquiridos.
Participación social
Al analizar cómo fue posible que ni siquiera los políticos conservadores europeos hubieran liquidado el sistema tributario progresivo que sostuvo la expansión del Estado y sus prestaciones sociales, Gaggero aporta elementos de interés para el actual momento político argentino. La persistencia de cierta igualdad en las sociedades avanzadas que lograron elevados niveles de bienestar se basaría en una cadena histórica, cultural e institucional de hechos complejos. Los impuestos progresivos surgieron de compromisos sociales y se expresaron en programas estatales que ponen en práctica la redistribución, dado que benefician a los más pobres y son costeados por los más ricos según el esquema jacobino. La gestión exitosa de esos programas sociales hace que la sociedad, sus clases sociales y asociaciones de todo tipo participen en forma activa para sostenerlos y eso hace difícil tumbarlos. Proyectado a la Argentina del siglo XXI implica postular también aquí ese mismo compromiso de la sociedad en apoyo de políticas públicas que reviertan la dramática involución padecida y la articulación entre los procesos que definen la distribución primaria (es decir antes de los impuestos) y secundaria, o sea la corrección fiscal del Estado. La distribución primaria surge de la interacción entre los mercados, la sociedad civil y el Estado y delinea las relaciones de fuerza dentro de la sociedad, que luego se reflejarán también en la posibilidad de intervención fiscal progresiva del Estado. Un país con sindicatos fuertes que negocian mejores salarios estará en mejores condiciones para cobrar impuestos. La agenda de políticas públicas favorables a la equidad en la distribución primaria debería incluir entre otros temas relevantes “control democrático y diversidad en el área de los medios masivos de comunicación; regulación eficiente de los mercados no competitivos y eficaces políticas antimonopólicas; políticas laborales eficaces para proteger a los trabajadores; control de la concentración de la propiedad de la tierra y de la propiedad empresaria”. Todo esto a su vez depende de los valores predominantes en la sociedad. La cultura también tiene una alta incidencia en la distribución secundaria, ya que la equidad se logra según sean el nivel y la estructura del gasto público, mientras el impuesto necesita para legitimarse la mayor eficacia y transparencia del gasto. El trabajo concluye que a la fuerte voluntad política para la redistribución deben sumársele una amplia coalición política y social que reclame y respalde el cambio y una disposición de los poderes fácticos a llegar a compromisos que eviten la ruptura.

1 comentario:

mximoargento dijo...

Espero con ansias la entrada que hablará de la contribución del gobierno en toda esta nueva ola bloggera "Antikirchnerista", gracias a Dios mi blog data de mucho antes de la 125, ya me estaba preocupando.

La entrada excelente, pero no voy a entrar en debate, respeto el unto de vista y a el autor.